Aprender a comer entre horas

Aprender a comer entre horas

Aprender a comer entre horas

En la mayoría de los hogares, la preocupación radica principalmente en decidir qué se comerá en cada almuerzo y cena. Como consecuencia, se deja a un lado las tomas restantes que puedan hacerse a lo largo del día, como desayuno, media mañana y merienda.

Esta falta de planificación contribuye a que se pueda convertir en un caos de improvisación y prisas, resolviendo la situación con elecciones poco recomendables. Y cuando no sabemos qué vamos a comer, el estar cansados o decaídos, sumado a momentos de estrés o ansiedad, hace que recurramos a ciertas tentaciones en forma de alimentos ultra procesados e hipercalóricos de manera frecuente. Así, se ingieren productos que en poco tiempo activan nuestro circuito de recompensa y pueden llegar a ser “adictivos”.

Ante este problema, resulta conveniente organizar desde el momento de la compra qué vamos a comer y, así, dominar cualquier dificultad. Para conseguirlo, debemos conocer qué alimentos se recomienda introducir en estas tomas “entre horas” y cómo darles un toque creativo para que resulten atractivos.

En este sentido, podemos centrarnos en crear un menú saludable más que energético, que aporte bienestar, sea apetecible, sostenible y económico. A continuación, se indican algunas opciones para incluir en medias mañanas y meriendas:

  • Frutas frescas de temporada: entera, en macedonias o brochetas para ofrecer color y dulzor.
  • Yogur natural entero sin azúcares añadidos: lo podemos aderezar con frutas, copos de avena, semillas, frutos secos, canela o cacao para crear diferentes versiones.
  • Frutos secos crudos o tostados (sin sal, no fritos): combinados, con yogur o en la elaboración de barritas caseras.
  • Chocolate negro (>75% cacao): onzas crujientes, en batidos caseros o en galletas caseras de avena.
  • Bocadillos de pan integral (con harina integral o grano entero, evitando harinas refinadas): multitud de alternativas posibles como atún y tomate, guacamole casero, pollo y lechuga, salmón y queso fresco, tortilla francesa y espinacas, hummus, anchoas y requesón, jamón y pimientos, crema de cacahuetes, etc.
  • Fruta deshidratada: un puñado de dátiles, higos, orejones o pasas a combinar con cualquiera de las opciones anteriores.
  • Palitos crujientes de zanahoria: se pueden acompañar con preparaciones caseras saludables (salsa de yogur, hummus, guacamole, etc.)

Para concluir, resulta conveniente destacar que no tiene por qué estipularse una serie de alimentos específicos destinados a su consumo en el desayuno, la media mañana o la merienda, sino que podemos optar por variar eligiendo opciones saludables.

Adrián López Jiménez

Alejandra Rivera Torres

DNS del Sur, S.L.