Informe OCDE: La pesada carga de la obesidad.

LA PESADA CARGA DE LA OBESIDAD. LA ECONOMÍA DE LA PREVENCIÓN

El número de personas con sobrepeso está aumentando en toda la OCDE, lo cual se traduce en una reducción del PIB en torno a una media del 3,3%. Los problemas de salud relacionados con el ensanchamiento de las cinturas está provocando un aumento del absentismo laboral, con la consiguiente reducción de la productividad, a medida que vamos consumiendo más calorías sin hacer más ejercicio. El aumento de los niveles de sobrepeso también está perjudicando a nuestra salud, riqueza y bienestar, disminuyendo el rendimiento escolar de los niños e incrementando el riesgo de desempleo, a la vez que se reduce la esperanza de vida de los adultos.

En las próximas tres décadas, el sobrepeso provocará en la OCDE la muerte de hasta 92 millones de personas con obesidad y enfermedades relacionadas con el sobrepeso, y la esperanza de vida se reducirá 3 años en 2050.

Este informe analiza los costes económicos, sociales y sanitarios del creciente número de personas con problemas de obesidad o sobrepeso en 52 países, incluida la OCDE, la Unión Europea (EU28) y el Grupo de los 20 (G20). Este informe constituye un argumento económico urgente para aumentar las inversiones en políticas de promoción de estilos de vida saludables, y examinar los gastos, la eficacia y la rentabilidad previstos de las inversiones en la lucha contra un problema de salud creciente en todo el mundo.

El desafío del aumento de la obesidad

En 34 de 36 países de la OCDE, más de la mitad de la población tiene ahora sobrepeso y casi una de cada cuatro personas es obesa. La tasa media de la obesidad en los adultos en los países de la OCDE aumentó del 21 % en 2010 hasta el 24 % en 2016, por lo que ahora hay 50 millones más de personas obesas. A pesar de que en la última década se ha hecho un esfuerzo para hacer frente al aumento de la obesidad, aún queda mucho por hacer con respecto a los estilos de vida sedentarios y al aumento de casi un 20 % en el suministro de calorías (es decir, las calorías disponibles para el consumo) en la OCDE en los últimos 50 años.

Las tasas más altas de sobrepeso y de obesidad fomentan la desigualdad social

Los niños en particular están pagando un alto precio por la obesidad. Los niños con sobrepeso tienen un menor rendimiento escolar, obtienen notas más bajas, son más propensos a faltar a la escuela y están fuera de la escuela durante más tiempo que los niños con un peso saludable. Asimismo, los niños con obesidad tienen un 13 % menos de probabilidades de obtener buenos resultados escolares y, cuando crecen, tienen menos probabilidades de completar la educación superior. Los niños con obesidad muestran una menor satisfacción con la vida y son hasta tres veces más propensos a sufrir acoso, lo cual puede contribuir a disminuir su rendimiento escolar.

En la edad adulta, los individuos con, po rlo menos, una enfermedad crónica asociada al sobrepeso tienen un 8% menos de probabilidades de ser empleados al año siguiente. Cuando tienen un puesto de trabajo, tienen hasta un 3,4% más de probabilidades de absentismo o de ser menos productivo. Los adultos obesos tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas y una reducción de la esperanza de vida. En la EU28, las mujeres y los hombres pertenecientes al grupo de ingresos más bajos son, respectivamente, un 70 % y un 30 % más propensos a ser obesos, en comparación con los individuos pertenecientes a las rentas más altas, consolidándose así la desigualdad.

El sobrepeso perjudica la salud de la población, los presupuestos sanitarios y la economía

De acuerdo con el análisis realizado por la OCDE, entre 2020 y 2050, el sobrepeso y las enfermedades relacionadas con el sobrepeso reducirán la esperanza de vida en torno a unos tres años en toda la OCDE, EU28 y los países del G20.

El aumento del número de personas con un alto índice de masa corporal (IMC la medida que determina si una persona tiene sobrepeso o está por debajo del peso adecuado en función de su peso y altura) está estrangulando los presupuestos de salud, debido al alto coste de las enfermedades crónicas asociadas al sobrepeso, tales como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Los países de la OCDE gastan aproximadamente un 8,4% de su presupuesto sanitario en proporcionar tratamiento para las enfermedades relacionadas con el sobrepeso.

Las personas con sobrepeso utilizan más los servicios de salud, se someten más a cirugías y reciben más del doble de las recetas en comparación con las personas con un peso saludable. Por término medio en los países de la OCDE, el sobrepeso es responsable del 71 % de todos los costes de tratamiento de la diabetes, del 23 % de los costes de tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y del 9% de los cánceres.

El análisis realizado por la OCDE estima que, en 52 países analizados en toda la OCDE, G20, EU28, países candidatos a la OCDE y los países socios seleccionados, el tratamiento de las enfermedades ocasionadas por el sobrepeso cuesta 423 000 millones USD según la paridad del poder adquisitivo.

El tratamiento de un IMC alto y de las enfermedades asociadas cuesta una media de más de 200 USD por persona y año en toda la OCDE.

La lucha contra el sobrepeso es una excelente inversión para la OCDE, el EU28 y los países del G20

Prácticamente todos los países de la OCDE poseen un plan de acción nacional contra la obesidad y la mayoría de los países disponen de un plan específico de acción para combatir la obesidad en los niños, así como directrices nacionales para promover una alimentación sana y un estilo de vida activo. Sin embargo, es necesario reforzar la respuesta.

El análisis de la OCDE muestra que cada dólar gastado en la prevención de la obesidad genera un beneficio económico seis veces mayor.

La OCDE identifica cuatro categorías de políticas para hacer frente al problema y mide el efecto de tres prometedores «paquetes de medidas» para ayudar a los países a alcanzar un impacto y una coherencia mayores en la lucha contra la epidemia de la obesidad. Algunas de las medidas analizadas son el etiquetado de la comida y del menú, la regulación de la publicidad de alimentos poco saludables para los niños y la promoción del ejercicio, incluso por los médicos y en las escuelas.

Una de las conclusiones es que la reducción del 20 % del contenido calórico de los alimentos de alto contenido energético tendría importantes beneficios para la salud de las personas y las economías. El modelo de la OCDE sugiere que, si se implementara un plan de este tipo en 42 países de todo el mundo, podría evitarse más de 1 millón de casos de enfermedades crónicas al año, sobre todo, enfermedades cardiovasculares

El enlace a la web de la OCDE es: http://www.oecd.org/health/the-heavy-burden-of-obesity-67450d67-en.htm