Aunque se estén tomando fármacos, llevar a cabo un estilo de vida saludable es igualmente necesario y válido para un correcto control de los niveles de colesterol. Practicar ejercicio físico de forma regular, conseguir un peso adecuado y una dieta adecuada (baja en grasas saturadas y rica en fibra) puede permitir en muchas ocasiones reducir la dosis de medicación, e incluso llegar a suspenderla.
AUTORA:
Alejandra Rivera Torres
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética
Sociedad Andaluza de Nutrición Clínica y Dietética
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