PROPÓSITOS TRAS EL PERIODO ESTIVAL Y PARA EL INICIO DEL NUEVO CURSO

Septiembre 2021


PROPÓSITOS TRAS EL PERIODO ESTIVAL Y PARA EL INICIO DEL NUEVO CURSO:

Planificar la compra para una alimentación saludable y evitar el desperdicio.

Imagen de RitaE en Pixabay

Cuando el periodo estival se acerca a su fin y se aproxima el inicio del nuevo curso solemos plantearnos propósitos y objetivos a lograr, el mismo ritual que sucede cuando llega el fin de año. Entre los clásicos de la “vuelta al cole” siempre destacan el de las buenas intenciones de volver a una alimentación saludable después de los excesos habituales del verano y el de iniciar una rutina de deporte, bien lo saben los centros deportivos y gimnasios que sacan sus ofertas de captación a la vuelta de vacaciones.

Ambas metas no deberían ser una moda que en muchas ocasiones finalmente caen en el olvido, sino una manera de enfocar todo el año adquiriendo y manteniendo buenos hábitos en el estilo de vida. Para ello una de las claves es hacer una planificación en la compra de alimentos, eligiendo los productos adecuados a las necesidades que tenemos, evitando así el consumismo arbitrario que termina con una cantidad importante de alimentos que se desperdician y desechan bien porque han caducado, o bien porque ya no nos apetecen o están en mal estado por no haberlos consumido a tiempo. Es un problema general en el mundo del bienestar y España está entre los principales países de la Unión Europea que más alimentos echan a perder. Se ha llegado a cuantificar en un estudio realizado hace pocos años por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Fuente: MAPAMA- Informe del consumo de alimentación en España. 2016. https://www.mapa.gob.es/images/es/informe_del_consumo_de_alimentos_en_espana_2016_web_tcm30-419484.pdf ) donde se refleja que:

  • Los hogares españoles desechan semanalmente 25,5 millones de kilos de alimentos y supone una proporción del 4,53% sobre el total de los alimentos comprados.
  • 8 de cada 10 hogares tiran alimentos a la basura (sin procesar) por no considerarlos en buen estado. Frutas, verduras y pan fresco, son los alimentos más desechados, representando el 48,1% del volumen de desperdicios.
  • 3 de cada 10 hogares tiran parte de las recetas que preparan a la basura.
Imagen de RitaE en Pixabay

Justamente este mes de septiembre se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, designado recientemente e impulsado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. En las siguientes líneas vamos a ver algunas opciones que van a permitir realizar una mejor selección de la cesta de la compra para disminuir este desperdicio, así como lograr el beneficio que aporta una alimentación saludable y equilibrada, al mismo tiempo que ayudamos a la sostenibilidad del medioambiente.

Planificar los menús

Es fundamental antes de comprar conocer el plan de menú que tenemos para esa semana/quincena o, al menos, la previsión de los alimentos que vamos a consumir, buscando opciones variadas, equilibradas nutricionalmente, seleccionando recetas saludables y atractivas. Antes de apuntar en la lista los ingredientes y productos debemos conocer bien lo que tenemos en la despensa para ser eficientes y no acumular productos perecederos.

Debemos también estimar el número de comensales y aprovechar el momento de cocinar para obtener rendimiento al propio menú, que nos pueda servir también para otro día, sacarle así partido a los productos y al tiempo que empleamos. El teléfono móvil es un buen aliado por ejemplo, podemos anotar en este dispositivo que siempre llevamos encima una lista de lo que necesitamos (existen aplicaciones para ello incluso que pueden ser compartidas entre varios para ir apuntando las cosas que faltan), esta planificación permite que se compre lo que se necesite y en las cantidades adecuadas.

Organizar la cesta de la compra

Con la lista en la mano, nos va a ayudar a centrarnos en lo que se teníamos previsto, evitando coger productos de forma impulsiva, probablemente alimentos procesados de poco valor nutritivo y alta densidad calórica/grasas saturadas que estratégicamente están dispuestos y ubicados en las tiendas para captar la atención y facilitar que los incluyamos en la cesta de la compra. De esta forma se ahorrará tiempo, evitaremos alimentos poco recomendables y por supuesto cuidaremos la economía, todo ello ayuda a tomar decisiones más saludables y a proteger el bolsillo de despilfarros, sobre todo después de las vacaciones.

Es útil ordenar los alimentos por grupos en función de la necesidad de refrigeración que necesiten (temperatura ambiente/frigorífico/congelador) para que mantengan su calidad y cadena de frio permitiendo que estén bien conservados hasta que se llegue a casa, dejando para el final los congelados y evitando así problemas de seguridad alimentaria como se ha tratado en otros temas del blog de la SANCYD. Es obvio también evitar comprar más de lo que se pueda conservar debidamente y no mezclar alimentos que puedan contaminar a otros, como pueden ser los crudos y los productos listos para su consumo, manteniéndolos separados en distintas bolsas.

Entender el etiquetado

Conocer el etiquetado y entenderlo es algo básico y sobre lo que se debería hacer más hincapié desde todos los ámbitos, ya que proporcionan información importante para el consumidor sobre la composición nutricional, las cantidades y volúmenes del producto. Se puede uno sorprender del aporte calórico o ingredientes que no se esperaba que pudieran contener, muy relevante para aquellos con intolerancias o alergias alimentarias.

Siempre debemos revisar la fecha de consumo preferente o de caducidad, lo que nos permitirá una compra adaptada a nuestras necesidades, ayudará a consumir los productos de forma segura y además a no desperdiciar comida. Sobre esto recordar que la fecha de caducidad indica hasta cuando un alimento se puede consumir de forma segura siempre y cuando se lleven a cabo las indicaciones de conservación y de uso indicadas por el productor. Mientras que la fecha de consumo preferente hace referencia hasta cuando un alimento conserva su calidad, se podrá consumir después pero puede que pierda sus propiedades organolépticas.

Qué productos seleccionar para la cesta de la compra

En general, una dieta sana y equilibrada debe incluir sobre todo alimentos integrales y ricos en nutrientes, en toda cesta de la compra debería tener preferencia las verduras, frutas de temporada, legumbres y granos, carnes blancas, pescados, frutos secos y semillas, lácteos y derivados. Recuerda que la mejor bebida existente es el agua.

Pero globalmente en todo el mundo se consume mucha menos fruta y verdura que el mínimo recomendado por la OMS para una dieta saludable. Aprovechando que también se ha designado este año 2021 como año Internacional de las Frutas y Hortalizas se insiste en que aumentemos su consumo para cubrir las cantidades diarias recomendadas.

En resumen, planificar los menús y conocer tu propia despensa, tener elaborada una lista de la compra, aprender del etiquetado nutricional y seleccionar bien los alimentos junto con una dinámica de ejercicio físico, nos ayudará a mejorar nuestro estado nutricional, de salud y nos ahorrará tiempo y dinero. De esta forma podremos cumplir con lo prometido en el inicio del curso, siempre y cuando mantengamos la constancia.

Juan Manuel Guardia Baena
Médico Especialista en Endocrinología y Nutrición en Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Granada)