Julio 2021
¿COMO PREVENIR LAS INTOXICACIONES ALIMENTARIAS? 🦠
Los alimentos ofrecen a los microorganismos condiciones favorables para su multiplicación, pudiendo convertir un alimento inocuo en un producto peligroso.
La inocuidad de los alimentos está continuamente desafiada durante la elaboración, por factores como la tecnología, ambientales, hábitos de consumo o culturales. Hay que destacar las preferencias por el consumidor de alimentos listos para el consumo frescos mínimamente procesados, más saludables, con menores concentraciones de sal, azúcar y libres de aditivos, ingredientes habitualmente utilizados para el control del desarrollo de patógenos alimentarios.
A medio o largo plazo hay que tener en cuenta el factor ambiental, ya que el cambio climático impactará significativamente en la diseminación de peligros y la aparición de nuevos que alterará la inocuidad de los alimentos, junto con cambios evolutivos que permitirán la aparición de nuevos microorganismos mejor adaptados, resistencia a antibióticos, intercambios genéticos entre cepas patogénicas y reservorios, saltos interespecies, etc
Es, por lo tanto, necesario definir unas sencillas pautas de buenas prácticas de conservación y preparación para evitar estas enfermedades. Los meses de verano constituyen una época especialmente crítica, porque las altas temperaturas favorecen el desarrollo de microorganismos y hay una mayor tendencia a comer fuera de casa, por lo que se recomiendan tener en cuenta las siguientes normas, que evitarán numerosas enfermedades provocadas por una inadecuada manipulación o conservación de los alimentos:
- Organice la compra de alimentos, adquiriendo los alimentos perecederos frescos o congelados en el último momento, antes de llevarlos a casa, y trasládelos en bolsas isotermas, de esta manera no romperá la cadena de frío de los alimentos.
- Compruebe la fecha de caducidad o de consumo preferente e instrucciones de conservación de los alimentos envasados antes de su consumo.
- No adquiera alimentos en la venta ambulante.
- Mantenga el orden y no cargue en exceso el frigorífico y elimine los embalajes antes de introducir los alimentos.
- Congele el pescado que vaya a consumir en crudo o poco cocinado.
- Descongele los alimentos siempre dentro del frigorífico y no los recongele.
- Asegure una correcta higiene de la persona que va a manipular los alimentos y una limpieza adecuada en todas las superficies de la cocina.
- Observe el color y olor de los alimentos antes de prepararlos ya que cualquier cambio constituye una señal de alarma
- Lave y desinfecte las frutas, verduras y hortalizas antes de su consumo, con un producto desinfectante de uso alimentario
- Consuma alimentos que hayan sido tratados o manipulados higiénicamente.
- Cocine correctamente los alimentos y consúmalos inmediatamente después de ser cocinados.
- Caliente suficientemente los alimentos cocinados.
- Evite el contacto entre los alimentos crudos y los cocinados.
- Mantenga los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y animales de compañía
- Utilice exclusivamente agua potable.
- No consuma alimentos perecederos que estén expuestos a temperatura ambiente.
- Sustituya frecuentemente estropajos y paños de cocina.
- Cuando preparen comidas para su consumo en la playa o en el campo, elabórelas con la mínima antelación y organice la nevera para su correcto transporte.
- En las comidas de excursiones, evite huevos, salsas o cremas y lleve siempre agua envasada y deseche los restos que hayan sobrado.
- En los establecimientos de temporada como chiringuitos, terrazas, camping, etc, consuma productos que le ofrezcan garantía sanitaria y en su caso adecuadamente refrigerados y manipulados con útiles limpios.
Resulta de gran importancia que el consumidor, en su opción de compra y en sus hábitos alimentarios contribuya a mantener el nivel y garantías de inocuidad alcanzados en las fases previas de la cadena alimentaria.